domingo, 30 de octubre de 2016

RELAJACIÓN: "TELA DE ARAÑA"

Antes de entrar en el aula, enseñamos a los niños a respirar, les explicamos lo que vamos a hacer y les decimos que una vez dentro, ya no podemos hablar.

Cuando entramos está todo preparado: luces, olores, música. En cada sesión utilizaremos una esencia diferente, en esta ocasión elegimos lavanda.

Se colocan los niños, separados unos de otros, ocupando todo el aula, de tal manera que no puedan tocarse.

Jugamos con la música y la respiración: con la música alta se inspira, bajamos la música y espiramos.

Sentados en el suelo, ponemos la cabeza entre las piernas, y agarrándonos las mismas, iniciamos un moviemiento de balanceo, al mismo tiempo que respiramos.

Después, arrodillados, con la cabeza hacia adelante tocando el suelo y las manos extendidas hacia atrás, a lo largo del cuerpo, volvemos a hacer respiraciones profundas y a balancear nuestro cuerpo lentamente hacia un lado y hacia otro.

Por último, nos tumbamos en el suelo y les decimos a los niños que imaginen que su cuerpo se encuentra en una tela de araña, que están pegados a ella y que no pueden moverse. 


Tenemos que llenar nuestro cuerpo de energía para poder despegarnos y soltar nuestro cuerpo de esa araña. Mientras se carga nuestro cuerpo de energía vamos a pensar en algo que nos hace muy felices, en los besos y abrazos que nos dan mamá y papá. Poco a poco, se van dando cuenta de que ya tienen la energía suficiente como para poder mover los pies, los tobillos, las piernas, ... todo el cuerpo. Nos reímos. 


Nos levantamos poco a poco. Nos desperezamos y, por último, nos abrazamos todos.


Parece que a los niños les ha gustado esta primera sesión. Todos han estado muy calladitos, siguiendo todas las instrucciones.

Le damos las gracias a nuestra compañera Montaña Iglesias, por preparar esta sesión para los niños e iniciarnos en esta nueva aventura de la relajación.

Al día siguiente, les echamos a todos los niños en la parte interna de la muñeca una gotita del aroma (lavanda) que estuvimos oliendo durante la sesión, para que se acuerden de lo que sintieron y se tranquilicen.

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