Este juego nos permite trabajar las emociones. Consiste en que los niños bailan mientras suena la música y, cuando para, cada uno debe quedarse quieto, reflejando una emoción en su rostro.
Podemos hacerlo de dos maneras, siendo el propio maestro el que dice la emoción y todos hacen la misma o cada vez le toda a un niño reflejar la emoción y sus compañeros tienen que adivinar de qué emoción se trata.
Elegimos la música divertida: "El baile de la ranita":
Todos los niños bailando:
Paramos la música y todos representan la tristeza:
o la sorpresa:
Ahora, cada uno representa la emoción que quiere y los demás adivinamos:
El enfado
la tristeza
el amor
la sorpresa
Con los más pequeños en lugar de decir el nombre de la emoción, enseñamos la imagen del monstruo de colores representando la emoción correspondiente.
La idea de este juego está tomada de la siguiente página:
https://elpais.com/economia/2016/03/17/actualidad/1458211539_319733.html. Bajo el título "13 juegos para fomentar la autoestima en el aula".
Me encantó, la utilicé con grupo directivo
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