Está claro que el refuerzo positivo ayuda a los niños a obtener mejores resultados y a aumentar su autoestima. Y este es uno de los objetivos que nos proponemos en nuestro proyecto de inteligencia emocional.
Una manera de llevarlo a cabo se le ha ocurrido a Coral, nuestra compañera de Religión Evangélica, que reparte a los niños pulseras con mensajes positivos al terminar la clase, cuando los niños han realizado sus actividades.
Estos son algunos de los modelos.
Niños felices tras recibir su premio.
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