Según el libro “El emocionómetro del inspector Drilo”, de Susana Isern, las EMOCIONES son una parte muy importante y necesaria de nuestra vida. Gracias a ellas nos preparamos para hacer frente a las diferentes circunstancias que van surgiendo en nuestro día a día.
Las emociones nos pueden ayudar a resolver un problema, a evitar una situación peligrosa, a pedir ayuda o a motivarnos para enfrentarnos a una situación nueva.
Así
pues, las emociones pueden contribuir a mejorar cómo nos relacionamos con lo
que nos rodea y con nosotros mismos.
Cuando
las emociones fluyen de una forma adecuada todo funciona a la perfección. El
problema llega cuando las emociones nos juegan “una mala pasada”. Eso puede
suceder cuando aparecen en una situación inadecuada, cuando son muy intensas o
duran demasiado.
Para
eso es muy útil ejercitar la INTELIGENCIA EMOCIONAL desde edades tempranas,
para adquirir las habilidades necesarias que nos ayuden a entender nuestras
emociones.
EMOCIONES POSITIVAS Y
EMOCIONES NEGATIVAS
Si nos preguntaran cuáles
son emociones positivas y cuáles son emociones negativas, probablemente todos
estaríamos de acuerdo en la siguiente clasificación:
-Positivas:
alegría, amor y sorpresa (cuando esta es agradable).
-Negativas:
tristeza, enfado, miedo, envidia, celos, vergüenza, asco y sorpresa (cuando
esta es desagradable).
¿Tú
qué opinas? ¿Estás de acuerdo?
Está claro que las
emociones que hemos puesto en la lista de “positivas” son aquellas que nos
hacen sentir bien, aquellas que tenemos ganas de disfrutar y de compartir.
Las que hemos puesto en la
lista de “negativas” son aquellas que en un principio nos hacen sentir mal y que nos gustaría evitar.
Pero… ¡OJO! ¿Sería
adecuado estar siempre alegres? ¿Sería adecuado no tener miedo nunca?
La
respuesta en NO…
Hay ocasiones en las que
estar contento sería inadecuado. Por ejemplo, si perdemos algo importante para
nosotros, lo natural es que nos sintamos tristes y sería raro estar alegres.
Por otro lado, las
emociones que hemos clasificado como negativas, muchas veces son útiles y
necesarias. Por ejemplo, el miedo nos protege de situaciones que pueden ser
peligrosas, como acercar la mano a un panal de abejas.
Dice la autora del libro: Imaginemos que estamos
preparando un bizcocho. Cogemos los ingredientes necesarios y todos, con sus
medidas adecuadas, darán como resultado un delicioso bizcocho. Dentro de un
margen podemos variar un poco las cantidades según los gustos de cada uno, pero
si nos excedemos tanto por mucho como por poco, estropearemos la receta.
Las emociones son como los
ingredientes del bizcocho, en su justa medida y dentro de un margen, pueden ser
adecuadas y útiles para que todo fluya con armonía.
En definitiva, todas las
emociones pueden resultar “positivas” para nosotros dependiendo de la situación
y con una intensidad proporcionada. Así, por ejemplo: la tristeza puede
empujarnos a pedir ayuda; el enfado puede ayudarnos a exigir algo que creemos
justo; el miedo puede protegernos de una situación peligrosa; los celos pueden
hacernos valorar a las personas queridas para que las cuidemos; la envidia
puede ayudarnos a mejorar o a cuidarnos; la vergüenza impide que actuemos fuera
de lugar en ciertas situaciones concretas; el asco puede protegernos de un
alimento en mal estado; la sorpresa puede advertirnos y hacernos reaccionar
ante un peligro inminente.
También todas pueden
resultar “negativas”, inadecuadas y dañinas. Cuando son desmedidas y suceden en
una situación donde no encajan bien. Cuando se alargan demasiado en el tiempo o
son excesivamente intensas.
El objetivo debe ser
regular las emociones teniendo en cuenta el bienestar propio, sin olvidar el de
los demás.
En la misma línea nos habla la psicóloga Silvia Russek en su blog "Crecimiento y bienestar personal": las emociones y los sentimientos no deben ser considerados ni buenos ni malos, ni positivos ni negativos, sino adecuados o inadecuados, dependiendo del momento en el que surgen, de su intensidad y de la manera en que nos afectan.
Para que los niños dejen de ver algunas emociones como negativas, repartimos este cartel que les hace ver los beneficios de algunas de ellas. Está sacado de pinterest (www.fidesweb.us)
Después trabajamos con los niños el cartel, poniendo ejemplos de diversas situaciones.
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